Décadas atrás usted tenía que ir a un agente para conseguir información de casas a la venta. Inmensos libros con listados de propiedades eran repartidos a las agencias. Los agentes revisaban los libros y encontraban las casas que sus clientes estaban buscando.
Los tiempos cambiaron drásticamente. Hoy en día, la mayoría de la información antes privada ahora es publica. ¿Pero ésto significa que usted puede manejar toda la transacción por su cuenta? Realmente no… especialmente si quiere lograr un final exitoso.
Experiencia de precios: Ya sea que esté vendiendo o comprando su casa, un agente le ayudará a entender las condiciones del mercado y a negociar en su favor. Los agentes tienen una comisión por ganarse, pero recuerde que el interés que usted tiene invertido en ese casa es mucho mayor. Un buen agente luchará por sus necesidades.
Entendiendo el valor de un agente: Los agentes están entrenados para facilitar la transacción. Los buenos agentes conocen en profundidad esta industria siempre cambiante; por eso trabajar con una persona con años de experiencia y que lo haga a tiempo completo, no como trabajo de fin de semana, es lo más recomendable. El agente no sólo le provee casas a la venta, lo ayuda a entender la información, a analizar comparables y a ver problemas potenciales. Tener un agente lo ayudará a ahorrar tiempo y dinero.
Coordinación del proceso: La transacciones de bienes raíces requieren una enorme cantidad de papeles. Los agentes no le pueden dar consejo legal, pero sí ayudarlo a completar documentos y a conectarlo con otros expertos. Los agentes se aseguran que todos los tiempos sean cumplidos con respecto a los inspectores, manteniendo el contacto con el agente de la otra parte, negociando reparaciones y estando al día con los asuntos financieros.
Recuerde que cuando compra una casa: NO DEBE PAGAR NINGUNA COMISION, y si un agente le quiere cobrar, busque otro mejor.