Por prudencia elegimos una tasa fija, pero para muchas personas ésta no es la mejor decisión
La próxima vez que compre una casa, tome en cuenta que elegir una tasa de interés fija podría costarle más dinero. Los préstamos con intereses variables, en Inglés llamados ARM (adjustable rate mortgage) le ayudarán a ahorrar miles de dólares.
Los préstamos ARM se ponen de moda cuando las tasas de interés fijas son altas y pasan de moda cuando las tasas bajan. Cuando la diferencia entre tasa fija y ajustable es pequeña, la gente también tiende a alejarse de los ARM. Las tasas ajustables se consideran más riesgosas que las fijas porque el pago mensual puede aumentar. Los ARM de un año se ajustan anualmente y hay otros que se ajustan anualmente luego de estar fijos por tres, cinco o siete años.
Los préstamos con tasas fijas tienen sentido para las personas cuyos presupuestos son tan estrechos que un mínimo cambio podría afectar gravemente sus finanzas. Las tasas fijas también tienen sentido si piensa quedarse con la propiedad durante un largo tiempo.
Un típico préstamo hipotecario es amortizado a 30 años, pero la mayoría de las personas solo viven en la misma casa entre ocho y diez años. Y si decidiese quedarse con la casa más tiempo, lo más probable es que la refinancie antes de cumplir los 30 años.
Pagar esta tasa de interés más alta, es como una póliza de seguro: le da a usted la tranquilidad de saber cuánto serán sus pagos durante toda la vida del préstamo, y así podrá dormir mejor de noche. Pero si cancela su préstamo en diez años – porque se muda a otro sitio o porque refinancia su vivienda – habrá pagado mucho por este sentido de tranquilidad.
La advertencia principal es: no se extralimite. Así es como muchas personas se metieron en problemas. La gente no debe utilizar tasas de interés ajustables para pedir prestado más dinero de lo que en realidad pueden pagar. Piense cuanto tiempo planea quedarse con la casa, considere distintos tipos de préstamos y luego tome una decisión.