Para sorpresa de muchos, los valores de las propiedades están aumentando desde el 2012. ¿Pero esas son buenas o malas noticias? Todo depende de si usted es dueño de una propiedad – estará muy alegre – o si es un comprador buscando adquirir su propiedad y enfrenta dificultades para encontrar una dentro de su presupuesto. ¿Pero cuáles son las causas de esta subida en los precios? Pasaremos a enumerar las principales.
Bajos intereses: Para frenar la crisis económica, la Reserva Federal bajó las tasas de interés a niveles nunca antes vistos. Esto facilitó que muchas personas pudieran adquirir préstamos con pagos hasta más bajos que su renta y así reactivar el mercado inmobiliario.
Reducción del desempleo: La recesión causó la pérdida de cantidades de empleos, lo cual llevó a muchas personas a la bancarrota o a perder sus viviendas y a mudarse con sus familiares o a rentar. Con la mejoría económica, las personas empezaron a trabajar y ganar dinero y así nuevamente lanzarse al mercado inmobiliario.
Falta de inventario: Los nuevos compradores se encuentran con que no hay suficientes casas a la venta, ya que algunas personas todavía no saben que sus propiedades han aumentado de valor y algunos todavía no llegan a alcanzar el valor por el que las compraron, por lo tanto, no ponen sus casas a la venta y deciden quedarse en el mismo sitio en vez de mudarse. Simple regla económica: a mayor demanda y poca oferta, suben los precios.
Elegibilidad: Las personas que sufrieron bancarrotas, ventas cortas o ejecución hipotecaria y que querían comprar sus nuevas viviendas en vez de rentar, quedaron fuera del mercado debido al tiempo de espera impuesto por las entidades financieras. Al esas personas estar nuevamente listos para comprar, ingresan al mercado y aumentan la competencia entre compradores en búsqueda de una propiedad.
En resumidas palabras, es un momento ideal para los vendedores ya que cuentan con suficientes compradores en el mercado; y aunque pueda ser difícil para los compradores hacerse de su casa sin competencia, es un buen momento para aprovechar las tasas de interés y pagos súper bajos.