Todo el mundo conoce el error más obvio: no pagar las cuentas a tiempo. Si busca dañar su crédito, no hay mejor forma de hacerlo.
Pero mucho peor es el error de cerrar las cuentas de crédito pensando que está siendo responsable financieramente. Suena difícil de creer, especialmente para aquellos que ansiaban poner sus balances en cero para cerrar la cuenta.
La buena noticia es que el buen crédito permanece más tiempo que el mal crédito. Las fallas y las bancarrotas mancharán de 7 a 10 años respectivamente su crédito, pero una tarjeta con cero fallas permanecerá en su crédito por 10 años después de ser cerrada – y su puntaje se beneficiará de ese historial.
Desafortunadamente, después de 10 años esa cuenta cerrada saldrá de su crédito, y usted perderá todo el historial positivo asociado con esa cuenta. Y si la antigüedad de su historial disminuye cuando esa cuenta desaparezca, su puntaje sufrirá, ya que según las agencias de crédito, el 15% del puntaje está determinado por la antigüedad del crédito.
El segundo componente de su crédito (el 30% del puntaje) está determinado por cuánto crédito usa. Las agencias crediticias consideran algo positivo no utilizar más del 30% del límite de sus tarjetas, pero lo hacen en forma global, es decir, suman todos sus balances y sacan un cálculo en relación al límite disponible en todas sus cuentas. Si ese cálculo supera el 30%, ésto afectará negativamente su puntaje.
Hay tres maneras de minimizar el daño si de todas formas desea cerrar una cuenta:
1) Cierre la tarjeta correcta: Cierre la más nueva, con el límite de crédito más bajo y con el interés más alto.
2) Elija el momento adecuado: Si piensa aplicar para una hipoteca, ciérrela después de tener el préstamo aprobado.
3) Maneje las proporciones: Pida a las tarjetas que le aumenten su límite y baje los balances de las que dejará abiertas.
El error más grande cometido con el crédito